La prehistoria de la informática
La prehistoria de la informática.
Si
el intento de Babbage fracasó
por limitaciones inherentes al empleo de tecnología puramente
mecánica aplicada a sistemas muy complejos, la sustitución de los
componentes de esta naturaleza a favor de elementos electromecánicos,
de uso más flexible, permitió a Hollerith,
en Estados Unidos, iniciar el desarrollo de equipos de proceso de
datos basados en la tarjeta perforada.
Hollerith
ganó el concurso que se organizó con objeto de obtener rápidamente
los resultados del censo de 1890,
lo que le permitió llevar a la práctica su invento y
comercializarlo posteriormente.
La
tarjeta perforada de Hollerith, usada hasta hace muy poco
(década de 1970), se basaba en el mismo
principio que las tarjetas de cartón de Jacquard y Babbage. Los
equipos que Hollerith desarrolló procesaban dichas tarjetas mediante
la detección de las perforaciones con agujas que, si atravesaban la
tarjeta, tocaban la superficie de una cubeta con mercurio situada
debajo, cerrando así el circuito de un electroimán capaz de
accionar un contador mecánico o controlar la trampilla de depósitos
de clasificación. Por tanto, el sistema
de detección era eléctrico, y el sistema de recuento mecánico.
Hollerith
formó en 1896
la Compañía de Máquinas de Tabular
(Tabulating Machine Company) para
comercializar su invento. En 1911, su
compañía se fusionó con otras para formar la
“Computing-Tabulating-Recording Company”, que en 1924
cambió de nombre y pasó a llamarse la “International
Business Machines Corporation” (IBM).
El
siguiente avance en el sentido de incorporar la tecnología eléctrica
a las calculadoras fue el empleo de
relés, que son
interruptores binarios electromecánicos. Su utilización para
realizar operaciones matemáticas se baso en dos conceptos
desarrollados con bastante anterioridad y que, hasta entonces, habían
tenido escasa aplicación. El primero de ellos fue el sistema
binario de numeración, usado antiguamente por los chinos
y descrito con exactitud por Leibniz
a finales del siglo XVII, pero que fue
casi olvidado hasta que Turing lo
volvió a poner de moda en 1936. El
segundo concepto fue el álgebra de Boole,
desarrollada en 1847, y que suministró
la fundamentación teórica necesaria al permitir reducir la lógica
de control a combinaciones de elementos binarios, tales como
contactos eléctricos abiertos o cerrados.
Basándose
en lo anterior K. Zuse construyó en
Alemania, en 1941, un computador cuya
unidad aritmética estaba compuesta de relés y que utilizaba números
representados en coma flotante. Se considera que este computador
denominado Z3 (el Z1 había sido una versión
previa puramente mecánica desarrollada en 1938), fue el
primer computador digital operativo de carácter general controlado
por programa.
H.
Aiken era un físico de la Universidad de Harvard que
propuso en 1937 el diseño de un
computador electromecánico de carácter general. Se estableció un
acuerdo con IBM para desarrollar dicha máquina, originalmente
denominada “Automatic Sequence Controlled
Calculator”, y más tarde llamada “Harvard
Mark I”. Esta máquina estuvo operativa en 1944,
tenía capacidad para almacenar 72 números
decimales de 23 cifras y utilizaba
algunos elementos ya propuestos en la máquina de Babbage: ruedas
decimales para representar los números en la memoria, control de la
unidad de cálculo por medio de una cinta de papel perforado que
combinaba las funciones de las tarjetas de operación y de variables,
etc. Su velocidad no era muy elevada debido a los tiempos de
conmutación mecánica de los relés, necesitando
diez segundos para realizar una multiplicación y once para una
división.
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